6 Preguntas frecuentes sobre implantes dentales

6 Preguntas frecuentes sobre implantes dentales

6 Preguntas frecuentes sobre implantes dentales 768 512 admin

En el post de hoy hablaremos sobre un tema del que siempre surgen dudas en el gabinete dental: los implantes dentales. Hemos recopilado una lista con las preguntas más frecuentes y vamos a intentar que os sirvan de ayuda.

En Clínica Villalaín, confiamos en una marca de implantes dentales que hemos utilizado durante más de tres décadas. Sabemos que la precisión y el cuidado en cada detalle hacen la diferencia, por eso siempre realizamos un estudio personalizado antes de cada intervención. Aunque esta información es general, en cada caso ofrecemos un plan ajustado a las necesidades específicas de nuestros pacientes. Si estás considerando implantes dentales en Avilés, te invitamos a consultarnos para recibir una atención especializada.

¿Qué son los implantes dentales?

Los implantes dentales son estructuras diseñadas para reemplazar la raíz de un diente natural que ha sido perdido. Están hechos de materiales biocompatibles y se colocan en el hueso maxilar o mandibular, donde tras un proceso de cicatrización conocido como osteointegración, se fusionan de forma permanente con el hueso. Esto crea una base sólida y estable sobre la cual se puede colocar una prótesis, como una corona, puente o dentadura, que imita la apariencia y funcionalidad de los dientes naturales.

La oseointegración es crucial para el éxito del tratamiento con implantes, ya que garantiza que el implante esté firmemente anclado al hueso y pueda soportar las fuerzas de la masticación y el habla sin moverse.

¿De qué materiales están compuestos?

Los implantes dentales están hechos de materiales biocompatibles, lo que significa que son materiales que el cuerpo no rechaza y que se integran de manera natural con el tejido óseo. Entre los materiales más comunes encontramos:

  • Titanio. Es el material más utilizado debido a su alta resistencia, durabilidad y biocompatibilidad. Además, el titanio tiene la capacidad única de integrarse directamente con el hueso (oseointegración), lo que lo convierte en el estándar en implantología dental.
  • Zirconio. Aunque menos común que el titanio, los implantes de zirconio son una alternativa cerámica para aquellos pacientes que buscan opciones libres de metal. Son estéticamente superiores debido a su color blanco, lo que los hace ideales para zonas visibles de la boca.

Estos materiales no solo aseguran una integración óptima con el hueso, sino que también ofrecen una gran durabilidad, permitiendo que los implantes duren muchos años si se cuidan adecuadamente.

¿Cuáles son las partes de un implante dental?

Un implante dental se compone principalmente de tres partes:

  1. El implante propiamente dicho. Es el tornillo que se inserta en el hueso y actúa como la raíz del diente. Este tornillo puede tener diferentes formas y longitudes, y su elección dependerá de la densidad ósea del paciente y del espacio disponible.
  2. El pilar transepitelial. Es una pequeña estructura que se atornilla al implante una vez que este ha cicatrizado en el hueso. Su función es conectar el implante con la prótesis que se colocará posteriormente. Existen diferentes tipos de pilares, que pueden ser personalizados según las necesidades estéticas y funcionales del paciente.
  3. La corona o prótesis dental. Es la parte visible del diente que se coloca sobre el pilar. Puede ser una corona individual para reemplazar un solo diente o un puente o dentadura si se necesitan reemplazar varios dientes. Estas prótesis están hechas de materiales altamente estéticos y resistentes, como porcelana o zirconio, para que se vean y funcionen como dientes naturales.

¿Cómo se sujeta el implante al hueso?

El implante dental se sujeta al hueso mediante un proceso natural llamado oseointegración. Este proceso implica la fusión del implante con el hueso maxilar o mandibular. Una vez que el implante se ha colocado quirúrgicamente en el hueso, este comienza a cicatrizar alrededor del implante, creando una unión sólida y estable.

El tiempo necesario para la oseointegración puede variar de un paciente a otro, pero por lo general, toma entre 3 y 6 meses. Durante este periodo, el hueso crece y se adhiere al implante, lo que permite que este soporte una carga funcional, como la masticación y el habla, de manera similar a la raíz de un diente natural.

¿En qué consiste el tratamiento completo? ¿Cuántas fases tiene?

El tratamiento de implantes dentales consta de varias fases que pueden variar según el caso específico del paciente. De manera general, el tratamiento incluye las siguientes etapas:

  1. Estudio previo. Esta es una de las fases más importantes, ya que permite planificar todo el proceso. Se realiza un examen clínico, incluyendo la revisión de la historia médica del paciente, tomografías o CBCT, y modelos de estudio para evaluar el estado de los huesos y el espacio disponible para los implantes.
  2. Fase quirúrgica. En esta etapa, se coloca el implante en el hueso bajo anestesia local. En algunos casos, puede ser necesario realizar técnicas de regeneración ósea si el hueso del paciente no es suficiente para soportar el implante. Este procedimiento puede incluir injertos de hueso o el uso de materiales biocompatibles para mejorar el volumen óseo.
  3. Fase protésica. Una vez que el implante ha cicatrizado completamente (oseointegrado), se procede a tomar medidas para fabricar la prótesis definitiva, ya sea una corona, puente o dentadura. En esta fase se busca una adaptación estética y funcional perfecta.
  4. Fase de mantenimiento. El éxito a largo plazo de los implantes dentales depende de un buen mantenimiento. Se recomienda realizar revisiones periódicas para asegurarse de que tanto el implante como las estructuras circundantes estén en buen estado. Además, es fundamental llevar una buena higiene oral y acudir a limpiezas profesionales regulares.

¿Por qué optar por un implante dental?

Optar por un implante dental ofrece numerosas ventajas frente a otras opciones de tratamiento. Aquí te mencionamos algunas de las más destacadas:

  1. Preservación de la estructura facial y ósea. Los implantes dentales previenen la reabsorción del hueso que suele ocurrir después de la pérdida de un diente. Mantener el volumen óseo es crucial no solo para la salud dental, sino también para conservar la apariencia facial. Sin el soporte óseo adecuado, la mandíbula puede deteriorarse con el tiempo, lo que puede llevar a una apariencia facial envejecida.
  2. Mejoría estética y en la confianza personal. Los implantes dentales son una de las soluciones más estéticas para reemplazar dientes perdidos. Con una corona bien diseñada, es casi imposible notar la diferencia entre un diente natural y un implante. Esto ayuda a mejorar la confianza en uno mismo, especialmente en situaciones sociales y profesionales.
  3. Restauración completa de la función masticatoria. A diferencia de otras soluciones, como las dentaduras removibles, los implantes están firmemente anclados en el hueso, lo que les permite soportar las mismas fuerzas que un diente natural. Esto mejora la capacidad de masticar alimentos duros o fibrosos, contribuyendo a una mejor digestión y salud general.