El bruxismo o apretamiento dental es una parafunción nociva para nuestras estructuras dentales y musculares. Suele ser involuntaria y se realiza inconscientemente, sobre todo cuando dormimos. Un síntoma muy común en los pacientes es un dolor agudo que puede afectar a la articulación temporomandibular o a los músculos de la masticación. Este cuadro de dolor a menudo se extiende a varias regiones como la boca, cabeza y cuello, entre otras.
Consecuencias del bruxismo
Las consecuencias del apretamiento dental conllevan una serie de desgastes en el esmalte de los dientes, lo que provoca que se acentúen los síntomas y se produzcan problemas en la estructura dental, afectando a la masticación. Es importante saber diagnosticar a tiempo este tipo de patologías para minimizar sus consecuencias.
Diagnóstico del bruxismo
El diagnóstico del bruxismo puede incluir una serie de evaluaciones clínicas y pruebas diagnósticas. Entre las técnicas más comunes se encuentran:
Examen clínico
Durante un examen clínico, el dentista evaluará la presencia de desgaste dental, sensibilidad en los músculos de la masticación y cualquier anomalía en la articulación temporomandibular.
Estudio del sueño
En algunos casos, se puede recomendar un estudio del sueño para determinar si el paciente padece de bruxismo nocturno. Este tipo de estudio ayuda a identificar patrones de apretamiento o rechinamiento de dientes durante el sueño.
Evaluación de hábitos
Se realiza una evaluación detallada de los hábitos diurnos del paciente, incluyendo el nivel de estrés y la presencia de hábitos como morderse las uñas o masticar objetos.
Recomendaciones para el manejo del dolor muscular
El dolor muscular debe manejarse siempre con medidas conservadoras y requiere tiempo para que los tratamientos hagan efecto. A continuación, se recomiendan algunas medidas para ayudar a mejorar la patología muscular:
Reposo articular
Evitando esfuerzos de cierre de la boca como masticar chicles, caramelos blandos, frutos secos, carnes duras y bocadillos. También es importante controlar las aperturas exageradas, evitando bostezos y alimentos que obliguen a abrir mucho la boca, como sándwiches grandes y manzanas a bocados grandes.
Descanso nocturno
Dormir al menos 7-8 horas para obtener un buen descanso. Evitar estimulantes que alteren el sueño como el café, el tabaco, el alcohol y otras bebidas estimulantes.
Medidas físicas
El calor es un buen relajante muscular, siendo más efectivo húmedo que seco. Se recomienda colocar calor en ambos lados de la cara y en la zona del cuello durante 10-15 minutos, dos o tres veces al día si es posible. Evitar cambios bruscos de temperatura y asegurarse de que la zona cráneo-cervical no esté expuesta al aire acondicionado frío.
Control del estrés y ansiedad
Estas situaciones aumentan la contracción de la musculatura, incrementando el dolor muscular. Técnicas de relajación como la meditación, el yoga y ejercicios de respiración pueden ser muy útiles para reducir el estrés y la ansiedad.
Tratamientos especializados
Además de las recomendaciones generales, existen tratamientos más específicos que pueden ser aplicados según la gravedad del bruxismo y el dolor muscular asociado.
Férulas ortopédicas interdentales
Están indicadas para disminuir la sobrecarga muscular y articular que provoca el hábito de apretar y/o rechinar los dientes por la noche (bruxismo). Las férulas se diseñan a medida para cada paciente, proporcionando un ajuste perfecto que ayuda a proteger los dientes y reducir el estrés en la mandíbula.
Fisioterapia
Mediante masajes, movilizaciones pasivas, electroterapia y ejercicios, se pueden aplicar infiltraciones musculares (con anestesia, ozono o punción seca) en zonas de intenso dolor, llamadas puntos gatillo. La fisioterapia también puede incluir ejercicios de estiramiento y fortalecimiento para mejorar la función muscular y articular.
Control postural
Una correcta postura al trabajar, conducir o levantar pesos favorece que los músculos de la columna cervical no se sobrecarguen. La ergonomía en el lugar de trabajo y el uso de mobiliario adecuado pueden contribuir significativamente a reducir el estrés en la musculatura cervical y mandibular.
Medicación y bótox
La medicación solo debe utilizarse en momentos y situaciones puntuales, durante cortos periodos de tiempo, no siendo una solución definitiva. En casos de grandes tensiones musculares, se pueden realizar infiltraciones con toxina botulínica (Botox®) para conseguir una relajación muscular intensa y duradera. Este tratamiento se realiza bajo supervisión médica y es efectivo para reducir el dolor y la tensión en los músculos afectados.
Situación dental
El encaje (oclusión) de los dientes puede influir en la estabilidad ortopédica mandibular. La falta de varias piezas dentales en los sectores posteriores (molares) o la existencia de grandes discrepancias en la oclusión entre el maxilar superior y el inferior, pueden crear tensiones y dolor en la musculatura masticatoria. Es fundamental que el dentista evalúe y, si es necesario, corrija cualquier problema de oclusión para evitar futuras complicaciones.
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